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06/04/2022

La APJ celebró 123 años de inmigración japonesa al Perú

Con ceremonias en el Puente de la Amistad Peruano Japonesa y en el Centro Cultural Peruano Japonés

En una jornada caracterizada por el reconocimiento de los aportes de la comunidad nikkei a la historia del Perú, la Asociación Peruano Japonesa (APJ) conmemoró los 123 años de la inmigración japonesa al país y el trigésimo tercer aniversario de la instauración del 3 de abril como Día de la Amistad Peruano Japonesa.

El día inició con el homenaje a los inmigrantes pioneros, que tuvo lugar en el Puente de la Amistad Peruano Japonesa del Campo de Marte, en Jesús María, y contó con la presencia de Jorge Muñoz, alcalde de Lima; Kazuyuki Katayama, embajador de Japón; María Cordero, congresista y presidenta de la Liga Parlamentaria de Amistad Perú – Japón; Jorge Luis Quintana, alcalde de Jesús María; Luisa Asano, presidenta de la Asociación Femenina Peruano Japonesa; y Andrés Miyashiro, presidente de la APJ.

En el marco del evento, las instituciones presentes rindieron homenaje a los inmigrantes con ofrendas florales, y además se dirigieron a la concurrencia para celebrar los lazos de amistad entre Perú y Japón. Durante su discurso, Muñoz destacó la creación de la APJ como un suceso clave en la historia de ambas comunidades que contribuyó a afianzar las relaciones bilaterales.

“Es casi imposible imaginar al Perú y a su capital sin la importante influencia cultural y social del Japón. Pero la amistad va más allá y se sustenta en el constante apoyo y colaboración mutua en materia social, siendo uno de los ejemplos el enorme esfuerzo que hizo la APJ durante una de las etapas más duras de la pandemia, apoyando con donativos a las personas más necesitadas de la ciudad. Eso es algo que se lleva en los corazones de todos los peruanos”, sostuvo.

El alcalde de Jesús María, por otro lado, reafirmó su compromiso con el desarrollo de los lazos entre ambas naciones. “En todos estos años ha ocurrido una mutua adaptación y una relación de amistad que se fortalece cada día. Nuestra comunidad jesusmariana se identifica con la cultura japonesa en su gastronomía y las flores del sakura, que son símbolo de nuestro escudo municipal. Anhelo que esta relación siga siendo fuerte y fructífera”, señaló, además de anunciar próximos trabajos de revalorización en el Campo de Marte, que incluirán la mejora del Puente de la Amistad Peruano Japonesa.

La presidenta de la Liga Parlamentaria Perú-Japón, congresista Cordero, recordó que el Perú es el primer país en Latinoamérica con el que Japón estableció relaciones diplomáticas. A su turno, el embajador del Japón reconoció el arduo trabajo de la comunidad nikkei y agradeció a los ciudadanos limeños por el apoyo brindado. “No se puede hablar de la buena relación que existe hoy en día sin mencionar a los nikkei que han seguido el ejemplo de los inmigrantes y heredado sus tradiciones a pesar de las trágicas circunstancias que tuvieron que afrontar”, manifestó.

Finalmente, el presidente de la APJ recordó la historia de resiliencia y perseverancia de los issei, que sigue siendo un ejemplo para las generaciones que los sucedieron, así como para las instituciones de la comunidad. “Que nuestro principal homenaje sea nuestro compromiso permanente por contribuir con el desarrollo de nuestro país y por fortalecer los lazos de cooperación entre Perú y Japón, el país de nuestros ancestros”, señaló.

Quienes también participaron activamente de la ceremonia fueron las escoltas de los colegios de la colectividad nikkei La Victoria, José Gálvez y La Unión. En nombre de la juventud nikkei, Reimi Asato y Bruno Barrios, con mensajes en japonés y español respectivamente, conmemoraron el arribo del barco Sakura Maru al Puerto del Callao con los primeros inmigrantes a bordo y la historia que desde entonces se empezó a escribir.

Las actividades de conmemoración continuaron por la tarde en el auditorio Dai Hall del Centro Cultural Peruano Japonés con el oficio budista, que se inició con la ceremonia de té, a cargo de la sensei Mami Noguchi, de la Asociación Urasenke Tankokai del Perú, y continuó con la ceremonia presidida por la Venerable Jisen Oshiro de la Comunidad Budista Sotoshu del Perú. Como parte de la ceremonia, los asistentes participaron de la ofrenda del incienso.

Tras entonar los himnos de ambas naciones, el público escuchó los mensajes de la kooreisha Shizue Matsuno, que expresó su gratitud hacia la APJ, y de María Cristina Watanabe Takayama, quien en representación de la niñez nikkei, agradeció al Perú por los lazos de hermandad formados y a los primeros inmigrantes por el tesón y disciplina con los que buscaron un futuro mejor para sus descendientes.

El presidente de la APJ también se dirigió al público presente para agradecer a los kooreisha de la comunidad y desearles bienestar. “Honremos la memoria de los primeros inmigrantes, practiquemos esos valores que nos legaron y contribuyeron con nuestro país, aquel que ellos eligieron como suyo, desde las distintas actividades que desarrollamos. Sintámonos orgullosos de nuestra identidad como nikkei peruanos, unidos y diversos”.

Por último, el embajador de Japón recordó que el próximo año se celebran 150 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países. “A lo largo de su historia, la comunidad nikkei ha seguido el ejemplo de los inmigrantes pioneros, habiendo heredado las tradiciones y buenas costumbres del Japón, además de cumplir un rol indispensable en los distintos campos de la sociedad peruana, aportando al desarrollo del país”.

La celebración finalizó con las presentaciones de Kikunokai APJ Nihon no Odori, elenco que presentó un número de Chakkiri Bushi, tradicional de Shizuoka; y Perú Nikkei Ritmos y Colores, quienes bailaron la contradanza peruana, originaria de Huamachuco.

- Mira más fotos de la ceremonia aquí.